martes, 3 de noviembre de 2009

OPIACEOS

La morfina es el mejor analgésico natural que se conoce. Se extrae a partir del opio, exudado lechoso de cápsulas inmaduras de una especie de amapola, la Papa ver somniferum, que al contacto con el aire adquiere un color pardo característico. Se designa como opiáceos a las sustancias naturales o sintéticas que estén relacionadas farmcológicamente con la morfina.

Lo que la farmacología puede aportar al problema de la drogadicción es el discernimiento estructural y funcional de las drogas, así como el desarrollo de nuevos fármacos desprovistos de la capacidad de inducir dependencia física.

La búsqueda de nuevas sensaciones, la curiosidad, el lograr un grado de aceptación dentro de un entorno social y muchas circunstancias sobrevivientes, son el pretexto para que los individuos (no solo los jóvenes), opten por el consumo de sustancias psicoactivas2 ya conocidas o aquellas nuevas que a diario incursionan, acrecentando el ya amplio espectro de drogas ilícitas que se ofrecen en el mercado negro. Paralelo a esta situación, existen grupos de químicos dedicados a la búsqueda de nuevas variedades sintéticas, que generen otro tipo de sensaciones, de cuyo resultado, depende el éxito y la respuesta de la demanda.

De manera casi imperceptible, se han ido enquistando en nuestra sociedad, una gran cantidad de sustancias químicas conocidas como drogas sintéticas, dentro de las cuales, la más conocida ha sido el éxtasis, que en su momento compitió en el mercado con las drogas de origen natural y seminaturales. Sobre el particular es dable resaltar, que las metanfetaminas que se consumen en Colombia son mucho más dañinas, pues son mezcladas con otro tipo de sustancias como el cemento, a partir de las pastillas originales que se producen en Europa y no aquí, en la búsqueda del mayor provecho económico de los traficantes.

Toda sustancia química de origen natural o sintético que afecta específicamente las funciones del sistema nervioso central (SNC), compuesto por el cerebro y la médula espinal, de los organismos vivos. Estas sustancias son capaces de inhibir el dolor, modificar el estado anímico o alterar las percepciones.

Como si esto fuera poco, los jóvenes han entrado en una etapa de experimentación, en búsqueda de nuevos efectos que hagan de sus rumbas algo inolvidable; en este aspecto, se ha evidenciado el consumo de sustancias volátiles, que al ser inhaladas o aspiradas, llegan directamente al cerebro, generando depresión o estimulación del sistema nervioso central, sin tener en cuenta los daños irreversibles que esta práctica genera, tales como la alteración neurosensorial, distorsión de los sentidos, afectación de las funciones cerebrales o trastornos de personalidad y conducta.

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